miércoles, 22 de febrero de 2012

Literatura medieval



 Características generales de la literatura medieval

La literatura fue el reflejo de la sociedad medieval y de su mentalidad. Las principales características de la literatura medieval son:
  1. La importancia de la transmisión oral: Gran parte de la literatura se difundía mediante la recitación, dado que la población era analfabeta en su mayoría.
  2. El carácter anónimo de sus autores: Al principio, sobre todo, la literatura surge de la colectividad y luego va siendo modificada por los juglares o quienes la transmiten.
  3. La finalidad didáctica o moralizante: La influencia religiosa determina que, en muchos casos, la literatura se utilice para influir en los oyentes. Otras veces, la literatura sirve de propaganda de los valores de un rey o de un pueblo, como ocurrirá con los cantares de gesta.
  4. El uso del verso: Hasta bien entrada la Edad Media (siglo XIV), el verso será el modo usual de escribir, dada su facilidad para la recitación.
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 La lírica tradicional en la Edad Media

La poesía lírica se manifestó de forma espontánea y fue la más extendida durante la Edad Media y surgió en todas las lenguas de la península ibérica: castellano, gallego, catalán y mozárabe. Estas composiciones se cantaban en los distintos actos de la vida, tal como lo demuestran sus contenidos: de boda, de siega, de romería, etc. Pero el tema constante y más importante era el del amor, como expresión, sobre todo, del sentimiento de la amada.
Aunque en cada zona de la península esta poesía de tema amoroso presenta sus particularidades, todas ellas comparten las siguientes coincidencias:
  1. Contenido: la enamorada se lamenta por la pérdida, ausencia o tardanza del amado.
  2.  Confidente: la muchacha expresa sus lamentos de amor a algo o a alguien: la madre, la hermana, la amiga, las olas del mar, las flores del campo, etc.
  3.  Motivos comunes: Suelen aparecen situaciones o motivos relacionados con el amor o el encuentro amoroso: el río y las fiestas, como lugar o momento para el encuentro amoroso; la cinta, como símbolo de virginidad, etc.
  4.  Estructura métrica: Las canciones se suelen adaptar a la estructura zejelesca o a la estructura paralelística.
La estructura paralelística consiste en la repetición de los versos, cambiando sólo la palabra de la rima. El leixaprén (deja y toma) es una forma especial de paralelismo que consiste en que una estrofa empieza con el mismo verso con el que había finalizado alguna estrofa anterior.
La estructura zejelesca era aquélla en donde se utilizaba el zéjel. El zéjel es un tipo de poema procedente de la poesía arábigo-andaluza y aparece en castellano en el siglo XIV. Está formado por versos octosílabos y tiene la siguiente estructura:
  • Estribillo: uno o dos versos.
  • Mudanza o glosa: tres o cuatro versos monorrimos.
  • Verso de vuelta: verso que rima con el estribillo.
  • Estribillo.
Existen en la península cuatro grandes núcleos líricos.

1. Lírica arábigo-andaluza

Se desarrolló en la mitad sur de España, en territorio mozárabe, lengua hablada por los hispanomusulmanes y formada por la mezcla de árabe y lengua romance. La manifestación poética más importante fue la jarcha, cancioncilla en lengua mozárabe que se incluía al final de poemas cultos, escritos en árabe o hebreo, llamados moaxajas. Las jarchas son las composiciones líricas más antiguas que se conocen y pudieron haber sido compuestas hacia el siglo 1000.

2. Lírica gallego-portuguesa

Se desarrolló al Noroeste de la península, en el territorio que hoy es Galicia y Norte de Portugal. La manifestación más importante de esta lírica es la cantiga de amigo que, al igual que las jarchas, son poemas de amor puestos en boca de una mujer que se lamenta por la ausencia, tardanza o abandono de su amado. Se caracteriza por una fuerte monotonía que se manifiesta en el uso limitado del vocabulario y de las estructuras sintácticas, basadas en la estructura paralelística de su métrica.

3. Lírica tradicional castellana

Es el núcleo lírico más tardío. Los primeros textos que recogen testimonio de este tipo de lírica compuesta en castellano datan del siglo XV. La composición más representativa es el villancico de amigo, que contiene el mismo tema y contenido que las jarchas y las cantigas de amigo y se desarrolla, normalmente, en estructura zejelesca, aunque también puede aparecer glosado en estructura paralelística.
Otros tipos de composiciones tradicionales castellanas son:
  1. Canción de amor puesta en boca del enamorado: En ellas es el hombre, y no la mujer, el que expresa sus quejas de amor.
  2. Canciones de boda, siega, romería, etc.: Recogen el mundo folclórico de la época.
  3. Canciones de serrana: Cuando la protagonista es una serrana a la que se le requiere de amores. A veces, es ella quien expresa sus quejas. Hay que señalar dos grupos dentro de este tipo de composiciones:
    1. Aquél en que aparece una serranilla, de carácter refinado y cortés.
    2. Aquél en que aparece una serrana forzuda y corpulenta, capaz de cargar a cuestas al caballero y donde el elemento erótico es importante.
  4. Canciones de albada: Aquéllas en las que el tema del amor se desarrolla al llegar el alba. También encontramos de dos clases:
    1. la albada, que cuenta la separación de los amantes al amanecer.
    2. La alborada, en la que los amantes se citan al llegar la mañana.
4. Lírica catalano-provenzal
Surge en el siglo XII en las cortes provenzales. Es un tipo de poesía refinada, cantada por los trovadores en los palacios y casas señoriales para distraer a los grandes señores. Influye en otros tipos de lírica tradicional de la península mediante la cansó, la pastorela o la albada, así como con la ideología del amor cortés, juego poético en donde se establece un paralelismo entre la relación vasallo-señor feudal y enamorado-dama. Así, al hablar de las relaciones entre el poeta y la dama se utiliza un léxico feudal: se llama midons (mi señor) a la dama.


El mester de juglaría, la épica castellana y el Poema de Mío Cid

1. El mester de juglaría

El género principal de la poesía épica fue el de los cantares de gesta, extensas narraciones en verso en las que se exaltan las hazañas y las virtudes de los héroes.
La poesía épica se encuadra dentro del mester de juglaría, esto es, la escuela poética propia de los juglares. Los cantares de gesta eran recitados de memoria por los juglares que actuaban en las plaza de los pueblos y ciudades, en los castillos o en las estancias de la corte, a cambio de un pago por sus servicios. Sabían danzar, tocar instrumentos, recitar y realizar ejercicios acrobáticos y circenses.

2. Características de la épica española

Los cantares de gesta surgieron entre los siglos XII y XIII. Se han conservado muy pocos debido a que su transmisión era oral y no escrita. Además del Poema de Mío de Cid, que se conserva casi completo, nos han llegado fragmentos delCantar de Roncesvalles y del Cantar de las Mocedades de Rodrigo. De otros cantares de gesta nos han llegado noticia a través de crónicas históricas que los utilizaron como fuente.
Otras características de los cantares de gesta de nuestra literatura son: su carácter anónimo, pues el autor no los firmó; su gran vitalidad, pues sus temas pervivieron en la literatura posterior (romancero, comedia nacional, drama neoclásico, romántico y moderno, en la lírica, en la novela, etc.); su realismo, pues se compusieron en fechas cercanas a los hechos que cuentan y apenas aparecen elementos fantásticos.

3. El Poema de Mío Cid

El Poema de Mío Cid, obra de los siglos XI o XII, es un extenso poema épico, máximo exponente del mester de juglaría (poesía hecha por los juglares), que cuenta las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, quien por dos veces pierde su honor y lo recupera con creces. La obra está dividida en tres partes o cantares:
  1. El cantar del destierro: Narra cómo El Cid es desterrado por pedir juramento al rey Alfonso VI. El héroe abandona Castilla después de dejar a su mujer e hijas en el monasterio de San Pedro de Cardeña. Ya en tierra de moros, entabla diversas batallas por Castejón, Alcocer, Calatayud, hasta llegar a Huesca, Zaragoza y Lérida. En estas escaramuzas hace preso al conde de Barcelona.
  2. El cantar de las bodas: El Cid conquista Valencia, envía un regalo al rey y su mujer e hijas se reúnen con el héroe en sus nuevas tierras. Los infantes de Carrión solicitan el casamiento con las hijas de El Cid, para lo cual intercede el rey.
  3. El cantar de la afrenta de Corpes: Los infantes de Carrión, hombres cobardes, no soportan las burlas de los hombres de El Cid y deciden vengarse en las hijas del caballero castellano, a las que azotan y abandonan en el robledal de Corpes. Ante esto El Cid pide justicia al rey, quien convoca unas cortes donde se restaura el honor afrentado. Las hijas de El Cid terminan casándose con los infantes de Navarra y Aragón.
La métrica del Poema de Mío Cid es irregular: realizado en versos cuya medida fluctúa entre 10 y 20 sílabas aunque predominan los de 13, 14 y 15 y que se agrupan en tiradas (grupos de versos con una sola rima asonante).
De su estilo cabe destacar:
  1. El uso del epíteto épico, para enaltecer y magnificar al héroe ("el que en buena hora nació", "el que en buena hora ciñó espada").
  2. Fórmulas dirigidas al oyente, con el fin de comunicarse con él y de que participe en la narración ("Como oiréis contar", "Bien oiréis lo que dirá"). - o elementos simbólicos (movimientos de los personajes, elementos decorativos, etc.).
  3. Episodios humorísticos, cuya función principal era la de divertir al auditorio e introducir un momento de distensión en medio de sucesos dramáticos (episodio de las arcas en el cantar I; el episodio del Conde de Barcelona al final del cantar I; el episodio del león en el cantar III).
En cuanto al personaje protagonista hay que destacar su conducta ejemplar. Se nos presenta como un hombre de conducta intachable: es valiente, astuto, prudente, amoroso padre de familia, con gran conciencia de su honra y un fuerte sentimiento religioso.
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